Poco a poco empezó a invadirme un sentimiento de nostalgia…
Tenía la sensación de que todo se quedaba pequeño a mi alrededor. Solo pensaba
en escapar. Evadir de la rutina que me sumerge en una constante agonía. Poder
cambiar de aire, de ciudad, de gente. Observar un cielo distinto al que veo
cada día. Un amanecer en la playa. Un atardecer en lo alto de una colina
esperando que el tiempo pase. Ver el paso de la gente delante de tus ojos y
pensar si tu vida cambia así de rápido. Cerrar los ojos y simplemente imaginar
otro mundo que no te entristezca tanto como la realidad…
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