viernes, 19 de abril de 2013

23 DE ABRIL, DÍA DEL LIBRO

Con motivo de dicha celebración, realizaremos en la biblioteca de nuestro centro la actividad llamada intercambio de libros: hay que dejar un libro y a cambio te llevas otro. Cuantos más haya, más variedad para elegir. Esperamos que participéis.
El horario de la actividad es de 11 a 11:30 y la biblioteca estará reservada para ello. 

domingo, 14 de abril de 2013

JUAN RAMÓN BARAT






La actividad de Lengua de la semana Cultural, me ha parecido bastante divertida y didáctica, puesto que nos  lo pasamos bien, porque nos reímos  y  también aprendimos cosas sobre el escritor y sus novelas.

Barat nos dió de él una imagen simpática y divertida, ya que se le veía una persona alegre y chistosa.

En cuanto a sus novelas, me pareció genial que quisiera que participaramos, dándole ideas para su próxima publicación, la segunda parte de ``Deja en paz a los muertos´´.

viernes, 12 de abril de 2013

premios concurso microrrelatos

PREMIADOS EN EL CONCURSO DE MICRORRELATOS

Inés Irles Aldea, 1º ESO B
Ernesto de Julia i Garcia, 2º ESO B

Júlia Fortaña López, 4º ESO A
Sergio Pérez Villegas, 3º ESO E

Pau Garcia Orrit, 2º BACH A
Gabriel Muñoz Fernández, 2º BACH B

El pasado 27 de marzo, en el cierre de nuestra Semana cultural, el jurado del Concurso de microrrelatos hizo entrega de los premios a los alumnos y alumnas ganadores en un acto en el que se leyeron los textos premiados y que os dejamos a continuación.

TOTS SOM IGUALS, de Inés Irles

Marta era una xiqueta que criticava molt a la gent que no era com ella i moltes vegades la discriminava. Es creia superior a tots i anava sempre amb "els seus malotes" que deia ella, per a que quan es clavara en algú, li defeneren. Però un dia va rebre una bona lliçó: el divendres, a l´hora del pati, va insultar a una xiqueta diguent-li "grossa". Aquesta intentà tornar a insultar-li per a no ser menys, però Marta li pegà. La xiqueta, a causa del colp, va perdre un ull. Llavors, Marta sabent que si s´enterava algun professor, intentà escapar de l´institut botant la verja però se li quedà un camal del pantaló enganxat i caigué a terra fent-se un bony al cap i trencant-se el canell. Un professor l´agafà fort per a que no s´escapara. Marta a causa del que li havia fet a la xiqueta anà al jutjat, que el pergué, i els seus pares li van fer pagar la multa. Així Marta aprengué que tots som iguals. I mai tornà a insultar a ningú.

¿IGUALES? , de Ernesto Julia

Cuando se despertó todavía estaba allí, mirándole con esos ojos caramelizados, claros como la mañana, fijos en los suyos profundos como la noche.Asomo de culpa, duda, miedo, indecisión...sospecha de exclusión, discriminación, aislamiento...
- ¿Crees que ha llegado el momento? ¿estarán preparados? ¿podremos soportarlo?
Entonces le tendió su mano y le ayudó a levantarse y la pareja llegó al pueblo, bajo las atentas e inquisidoras miradas de aquellos que no podían entender el color de las cosas ni el amor entre el mismo género.

LES ESTACIONS DE LA CONVIVÈNCIA, de Júlia Fortaña

Enguany la meua amiga Anna i jo havíem trobat un treball compaginable amb els estudis. A la fi podíem independitzar-nos¡
Per la finestra del nostre pis es podia contemplar com començen a despendre´s els arbres de les fulles ocres i verdoses de la tardor.
Aquests mesos han estat fantàstics, però compaginar els estudis amb el treball està sent un poc dur. No hem queda temps¡
Arriva l´hivern, les ramades s´alcen despullades, desafiants.
L´Anna s´està retardant amb alguns pagaments i me n´estic fent càrrec jo, espere que no es torne costum...
Al despuntar els dolços colors de la primavera, florixen en les seues branques xicotets brots de colors.
La convivència no está sent com imaginava, l´Anna és una maniàtica de l´ordre¡
En arrivar l´estiu, pots dormisquejar sobre l´agradable gespa de colors d´oliva.
No ha pogut ser, el millor serà deixar el treball i centrar-se en la carrera. Quan tinguem un treball i sou, ja ens plantejarem de nou l´aventura de la cinvivència, o no...

COEXISTENCIA, de Sergio Pérez

Su cuerpo inerte reposaba en su vieja silla de cedro quemado, recubierta por un tapiz grisáceo con múltiples manchas de café del cual llevaba meses consumiendo para burlar el sueño.Pero ni el cansancio apaciguaba su carácter, un carácter que le hacía imposible la convivencia con otras personas, que le impidió tener amigos en su infancia, tener algún amor y que le ocasionó una prematura salida de casa de sus padres. Y con la única compañía de sí mismo, los años se le pasaron lo suficientemente despacio para que sintiera poco a poco la puñalada de la soledad. Y es que sin nadie con quien convivir, la locura cada día llamaba con más intensidad a las puertas de su cabeza, insistente y sin compasión, como una rñafaga de viento que golpea los ventanales de una casa.
 Y así, se fue sumiendo en una espesa oscuridad.

38 SETMANES, de Pau Garcia

Què difícil és conviure amb ella...Sempre esperant que emm done les sobre del seu menjar, i recordant-li que no bega i no fume perquè ens fa mal als dos. No em  deixa ni dormir, la seva veu estrident ressona a totes bandes i he de soportar les postures raríssimes que agafa al sofà i al llit i em fan estar tan incòmode que no em queda cap altre remei que pegar-li una patadeta perquè es moga. Un dia darrere l´altre obligat a anar on ella va, escoltar el que ella escolta i degustar els sabors del que ella prefereix menjar. Quines ganes tinc de mirar-la per fi a la cara, encara que se que estaré plorant quan ho faça, i dir-li d´una vegada que no m´agrada anar al parc a vore els ànecs, que no aguante a l´Àlex Ubago i que odie els espàrrecs.


BANCO PARA DOS, de Gabriel Muñoz

Estaba sentado en el mismo sitio desde que llegó. Era un hombre alto, de gesto rudo y figura imponente; vestía un elegante Emidio Tucci, una corbata bien anudada, zapatos Martinelli de cuero negro y un vistoso maletín de piel a juego con su calzado. A pesar de su vestimenta, su pelo desaliñado y sus marcadas ojeras indicaban, con toda probabilidad, una larga noche de trabajo. A su lado, un hombre un tanto peculiar permanecía sentado. Era de estatura media y, una ligera desnutrición se percibía en sus extremidades; su ropa, rota por muchos lados, destilaba un olor acre, como a vino rancio, que se extendía a su alrededor.
Ambos querían huir de su realidad, pero era tarde, entre las duras facciones de un rostro desdichado, al vagabundo se le había dibujado una sonrisa. "No te preocupes, hay sitio para dos" fue lo único que se oyó.