domingo, 24 de marzo de 2013

Hipsípila


La semana pasada fui a ver la obra del Grupo Komos, Hipsípila. Tuve la oportunidad de pasearme por los camerinos e intercambiar palabras con las coreutas. Era la última representación y varias de ellas me decían que estaban tristes por terminar. Terminan en la Sala Matilde Salvador, pero continuarán actuando en Sagunto. También pude ver como ensayaban y ayudé (aunque no con mucha fortuna) en el maquillaje de las chicas. Sorprendentemente Júlia, Hipsípila, estaba tranquila, paseándose por el escenario. Me dijo que no estaba nerviosa. "Sólo el primer día", dice.

Ensayo coral. Miguel dirigiendo


Es hora de salir y hacer la cola como los demás espectadores. Tuvimos la suerte de sentarnos en buenos sitios, aunque en esa sala es raro encontrar un asiento desafortunado. Pasan unos minutos hasta que Miguel sale a presentar la obra. Nos cuenta que Eurípides dejó la obra escrita en un manuscrito. Rompe un periódico para simularlo y dice que después (de 2000 años, creo) esos trozos de manuscrito volvieron a recuperarse. Explicó que la obra que él dirige está adaptada, puesto que obviamente siguen faltando partes del manuscrito original. La presentación termina y da paso a que comience el teatro.

Hipsípila en escena. Ensayo.


La obra se desarrolla sin sorpresas ajenas al guión previsto. Eurípides narra la tragedia de una nodriza , Hipsípila, encargada de cuidar al hijo de Eurídice. Cuando se ofrece a ayudar a unos extranjeros el niño muere en un fatal accidente. Hipsípila en su desesperación nos cuenta que fue soberana de una ciudad y tuvo que huir de ésta acusada de matar a su padre. Esposa de Jasón se vio con la necesidad de abandonar a sus hijos. Mientras, Eurídice, encolerizada manda ejecutar a Hipsípila por el desafortunado accidente. La nodriza busca la ayuda en los extranjeros que presenciaron el accidente. Éstos se la ofrecen y Eurídice decide no matarla. Pero Hipsípila se encuentra con más sorpresas, porque dos de esos extranjeros son hijos de Jasón, es decir, sus hijos.
La historia termina con un final feliz, desde mi punto de vista necesario para que la obra tuviera sentido.

De izquierda a derecha: Anfiarao, Baco, Eurídice. En el centro Hipsípila

En el aspecto actoral todos dieron lo mejor de sí. Me sorprendió el coro. Esas chicas eran todas primerizas y fueron capaces de transmitir al público tener tablas suficientes para bordar el escenario. Los protagonistas, excelentes. Quiero hacer una mención especial a Víctor Garrido y felicitarlo por su gran actuación.

Júlia, Hipsípila, junto al cartel de la obra


Cuando la obra terminó la sala explotó en aplausos. Yo me dejé las manos aplaudiendo y también algo de voz en gritos de felicitación. Me levanté de la silla cuando Víctor salió a saludar. Miguel felicitó personalmente a Júlia, la protagonista, por hacer realidad la obra de Eurípides. 
Todo el mundo bajó a hacerse fotos con los protagonistas y coro. Fue una tarde espléndida.

El público felicitando a los actores


Os dejo algunas fotos de aquella tarde y el programa de mano de la obra.

Los actores al completo

Cartel de la obra

Programa de mano




Y ahora el Grupo Komos se embarca en otra aventura teatral, Después de la Tierra: Pocos meses antes de su muerte, Miguel Hernández le envía una carta a Josefina, su esposa, en la que le cuenta de forma poética y desgarradora una triste historia que ha conocido en la cárcel. 

Esta obra, en la que participo, espera sorprender al público con el juego musical y la poesía de Miguel Hernández. Además, nos invita a una reflexión sobre la guerra y sus consecuencias, como son el sufrimiento y por encima de todo, la muerte. La obra recupera esos poemas olvidados de Hernández para hacerlos resonar en la actualidad, que tanta falta hace.
La obra se estrenará este lunes 25 a las 19:30 en la Sala Matilde Salvador y se continuarán con las representaciones hasta el miércoles 27. Espero (y esperamos todos los componentes de la obra) que vengáis a vernos y que la disfrutéis.
El resto de información la podéis encontrar en la página web del Grupo Komos

Cartel de la obra Después de la tierra







Por último, un abrazo a Miguel Navarro y al resto del equipo de Grupo Komos, porque sin ellos esto no sería posible.

Miguel haciendo el tonto

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